En el dia 20 de enero de 2008 a las 19:01 por Vop
Se trata de un accidente histórico producido por unas reglas de competición que distorsionan el desarrollo tecnológico natural al imponer límites artificiales en cuanto al número de cilindros que puede tener un motor.
En 1979, el mundial de motociclismo estaba dominado por las 500 cc 2 tiempos. Honda, quiso pegarse la gran vacilada ante sus competidores y pretendió vencerles con una 4 tiempos. Así pues, idearon el prototipo NR 500 (NR – New Racer) , una V4 de pistones ovales,32 válvulas y 2 bielas por pistón, condicionados por una carrera máxima de 36 mm y que debía girar a 20.000 rpm, régimen que teóricamente suprimiría la ventaja de potencia específica por litro de la que presumían las 2 tiempos. El fiasco de Honda fue notable, su motor era bueno, pero no era capaz de igualar a las 2T y en su lucha por alcanzarlas solo consiguieron una máquina muy puntiaguda y poco fiable, numerosos motores se rompieron e incluso las pruebas en Donington Park demostraban que lo mejor que podían hacer era estar 2 segundos por debajo del tiempo de vuelta.
Ya que su concepto no estuvo a la altura en la máxima competición dominada por los 2T, quiso que lo estuviese en la calle. Así pues, con un diseño y unas ideas nunca vistas diseñaron esta moto de ensueño hecha para cautivar al mundo. Fue presentada en 1991, aunque no rodó por las calles hasta mayo del 1992, en el salón de Tokio ante la atónita mirada de los allí presentes. Líneas macizas y futuristas, basculante monobrazo, llantas de magnesio, escapes por el colín, inyección electrónica PGM-FI, pistones ovales con doble biela, 8 válvulas por cilindro (32 en total), dos inyectores por cilindro, distribución por cascada de engranajes, chasis doble viga de aluminio, suspensión trasera de brazo oscilante, horquilla invertida y frenos de la máxima calidad fue lo que se encontraron los sorprendidos japoneses reunidos en el salón. Estaba repleta de lujos electrónicos, como un sistema que proyectaba la información del cuadro de mandos en la cúpula, similar a los empleados en los cazas de combate.
El motor entregaba unos buenos 130 cv a 14.000 rpm, aunque Honda aseguraba que con retoques en el encendido y mapeado de inyección, su motor tenía potencial para llegar a los 200 cv. Muy optimistas, ya que posteriormente prepararon y aligeraron una de sus NR para alcanzar los 300 km/h y consiguieron unos pocos menos. Con 155 cv y 180kg lograron una aceleración de 0 a 100 en 2,2 segundos alcanzando 280 km/h de velocidad punta).
La fabricaron en una limitada tirada de 750 motos a un precio de escándalo (unos 8 millones de pesetas de la época, sobre los 48.000 € en 1.991). Hoy en día los coleccionistas más pudientes se dan de palos por conseguir una de éstas unidades.
Debido a que Honda decidió dejarla en unos 100 cv para la calle y no era una máquina especialmente ligera (220kg) , los que tuvieron la oportunidad de probarla señalaron que no es una superdeportiva, sino una moto en el que la exclusividad, deportividad e innovación van de la mano obteniendo un resultado más próximo a una moto de gran turismo que de deportiva de pura cepa.
El verdadero mérito de esta moto fue su sofisticación. Este motor se adelantó 10 años en concepto, aplicando soluciones que aún no se han visto a dia de hoy en las motos de serie. Sin duda fue una máquina visionaria.