En el dia 15 de octubre de 2010 a las 10:08 por Vop
Un soleado día en la Península Ibérica, un circuito situado en la Comunidad Valenciana, dos días del mes de Octubre, el rugir de los motores en la pista y en los boxes, un sinfin de motocicletas de época cuidadas hasta el último detalle, olores extinguidos en el mundo de la competición del siglo XXI y una afición inigualable; has acertado, hablo del día de Ricardo Tormo.
El equipo de Picabiela no quiso perderse este emotivo homenaje en forma de goma y gasolina quemada que se le rinde todos los años al piloto valenciano. Éste año la categoría especial pertenecía a Vespas de competición que, aunque no demasiadas, fueron suficientes para hacer las delicias de los seguidores allí presentes. El ambiente, así como la organización han sido dignos de admiración ya que año tras año, aunque todo parece perfecto, se mejora. Esta edición contaba con todo tipo de monturas y caras conocidas; desde JJ Cobas de todas las épocas hasta una Yamaha GP 500 pasando por una Derbi GP 80 y Vespas preparadas o Joan Garriga y Manuel «Champi» Herreros allí presentes, que nos hicieron emocionarnos. Especial mención merece también la exposición de las motos de GP pilotadas por Jorge Martinez «Aspar» durante sus «años mozos».
La verdad, es que la posibilidad de ver motos anteriores a 1981 modificadas y mimadas a la vez por sus orgullosos dueños rodar por el mismo trazado que unos meses después lo harán los rápidos prototipos del campeonato del mundo es algo que no tiene precio, y lo de no tener precio no es una forma de hablar, ya que la entrada a este evento es gratuita y eso también ayuda en estos malos tiempos a que mucha gente se anime a pasar el día en el circuito y el paddock disfrutando del ambiente.
Agradecimientos a Matías, de talleres Mon Motor de Calpe, ya que sin su colaboración, gran parte del reportaje fotográfico no hubiera sido posible. Desde el equipo de Picabiela, intentaremos que el próximo año, el reportaje sea tanto de éste dia como de nuestra participación en él, será algo realmente emocionante.
Víctor Ortega.