En el dia 6 de abril de 2011 a las 12:15 por MLP
En la historia del automóvil nunca se para de innovar y hasta hay rumores de que la principal fuente de energía tiene fecha de caducidad. Desde hace un tiempo se utiliza cada vez más el término hybrid en el campo del automóvil, en especial en el terreno de los utilitarios y en algunos modelos deportivos como el 918 de Porsche.
Para la mayoría de nosotros, el término híbrido nos suena como mucho a investigaciones desde hace menos de una década, aunque hay muchos datos sueltos de algún avance en un pasado de la década de los 80. En realidad, el avance ha sido durante toda la vida desde los inicios del automóvi. Muchos de nosotros lo desconocíamos y el hecho de que te digan que antes del 1900 ya existían coches híbridos, nos puede dejar bastante mal.
Por un lado esta el hecho de que, ahora mismo te venden un Renault Eco o un Seat Ecomotive como lo último en desarrollo a nivel industrial y la novedad del mercado automotriz cuando el único avance que hay es un desnivel en contaminación a veces por una simple modificación en la apertura de válvulas donde el motor pierde potencia y por lo tanto, emisiones. Te hacen sentir como que hay que comprar el modelo Eco para colaborar con el NO calentamiento global.
Por otro esta el saber que no es un nuevo descubrimiento, no es de ahora. En el año 1899 un brillante Ferdinand Porsche de 18 años (que en ese momento trabajaba para el carrocero Jacob Lohner) ideó lo que sería el primer híbrido de la historia. Su tecnología era básicamente la misma que la de ahora. Se utilizaban cuatro pequeños motores eléctricos (uno en cada rueda) impulsados por baterías y un pequeño generador, todo esto adjunto a un pequeño motor a gasolina. Justo el mismo sistema que el del Prius en cuanto a combinación de lo eléctrico con el motor de combustión de siempre.
Como todo, tenía su parte mala y curiosamente tambien coincide con el problema de hoy en los hibridos: las baterías que utilizaba pesaban nada menos que 1.800 kg, con lo que el híbrido resultaba muy aparatoso y de gran esfuerzo para llevar a cabo, siendo más fácil idear un motor de combustión que era más ligero y fácil de abastecer. Aun así lograba una velocidad máxima de unos 60 km/h.
Una curiosidad de esta historia es que en 1906 Porsche abandona a Lohner y es contratado como jefe de diseño de Daimler-Benz. Jacob Lohner dijo en ese entonces:
El es joven, pero tiene una brillante carrera por delante, oirán hablar de él en el futuro