En el dia 30 de diciembre de 2010 a las 16:15 por MLP
Sin duda, desde la hacienda de Joaquin del Val di Navarra, cuya sangre tiñó de rojo la arena de la plaza de Córdoba una tarde de 1879, bajo la espada del famoso matador Rafael Molina, conocido como Lagartijo, nace un nombre mítico entre los supercars de, exactamente, la primera década del 2000. Cada paso que ha dado ha dejado su huella imborrable en la arena del corro de los más fieros. Cavallinos, Tridentes y muchos más contrincantes han apostado por su derrota, pero desde Sant’Agata el Murcielago ha batido record de manera aplastante. Este año 2010 terminó su producción el mes de noviembre.
En el año 2001 cesaría la producción del último Lamborghini más puro mecánicamente, y empezaría la era desde el Grupo VAG introduciendo nuevas tecnologías mientras respetaría la filosofía de Lamborghini hasta la fecha. El Lamborghini Murcielago abarca varias versiones, desde la primera con 580 cv, pasando por la versión especial R-GT, hasta llegar a la más potente para calle denominada como Super Veloce (SV) de hasta 670 cv.
Es un modelo que se identifica como minimalista entre los demás, al verlo pasar te sorprende por sus líneas que intentan ser lo último en estilo. Su espíritu es siempre joven y desquiciado, tengas la edad que tengas siempre te sentirás como el chico malo de la película. Las formas rectas y cortantes te llevan a no saber ni como abrir sus puertas (LSD). Una vez logres entrar en el habitáculo, te quedarás encajado en su interior, solo te queda cerrar las puertas y acelerar. Disfruta del sonido del V12 en tu espalda, es algo que no se puede explicar con palabras. El cambio de marchas te adentrará en un mundo brusco donde el acelerador es con lo único que deberías tener tacto.
Lógicamente hay muchos V12 en la industria automotriz actual, pero quizás la mitad de los que haya no ofrezcan más de 600 cv, y menos todavía sobre una estética tan exótica como la de un Lamborghini. Cada casa se caracteriza por algo, y en esta casa se intenta que al piloto se le transmita todo el fervor del V12 tal cual a las manos. Que sienta cada pistonazo en su aceleración y que no se trate solo de velocidad, sino de la sensación de poder controlar tal bestia. Varias pruebas lo confirman, entre ellas, esta la del Diablo (standart) que con 492 cv y una punta de hasta 325 Km/h se fabricaría hasta el año 2001 sin tener ni siquiera ABS a pesar de haber mejoras mecánicas entre otras. No hace falta mencionar las impresiones del Diablo GT con 567 cv.
Creo que el Lamborghini Murcielago SV debería ser coronado como supercar del año porque no existe ningún deportivo de altas prestaciones que se equipare a diseño e impacto visual. Cualquier Ferrari, Maserati, Porsche, Jaguar, Viper, Corvette, Mercedes, Bentley, Aston Martin o incluso un Shelby Mustang, presentan líneas muy atractivas, rebeldes, que captan la atención y distintas según el modelo, más redondas o menos, pero ningún supercar intimida de la manera incidente en que te mira un Murcielago, te deja totalmente aturdido observando cómo consigue llegar a cautivar tu mente.